Un espacio personal en el que comparto reflexiones, vivencias, ideas, fotos, música, etc. que considero interesantes, útiles o divertidas.
Mi deseo es disponer de un espacio gratuito en internet, donde publicar lo que me parezca oportuno, siempre desde mi punto de vista personal. Material que sea propio y de otros autores.

Incluyo también un blog sobre mi ya finalizada etapa profesional, con contenidos que durante años han estado en una web informando sobre nuestro gabinete, el Gaps. La web y el gabinete no están ya disponibles.

jueves, 25 de octubre de 2012

Insubmissió a la taxa d'1€ de la Generalitat de Catalunya

Fa dies vaig començar la insubmissió a la taxa d’1 Euro per recepta de la Generalitat Catalana.  I no ho havia fet abans, per manca de temps de cercar com fer-ho.  Quan vaig cercar,  vaig trobar –amb sorpresa-  diferents webs que diuen com practicar aquesta insubmissió.
Tot i que és entretingut, em val la pena l'esforç: per a cada recepta has d’emplenar un formulari que demanes a la farmàcia i que tenen obligació de donar-te.
Formulari a emplenar. Te'l dónen a la farmàcia.
Foto d'Internet 
Juntament amb la recepta, has de lliurar aquest formulari i una fotocòpia del teu carnet d’identitat.
Quan més siguem en fer insubmissió, menys factible serà per a la Generalitat aplicar la llei de penalització que finalment et faria pagar 1,20€ per recepta.
El que vaig saber per internet, ho vaig contrastar també telefonant  a l’Institut Català de Salut i em van confirmar aquesta manera de posar en pràctica la insubmissió.   
Imatge d'internet
Voldria fer també insubmissió del co-pagament del govern d’Espanya, però no trobo rés per internet que expliqui com fer-ho. Si algú ho sap, agraïré que m’informeu.
A internet hi trobaràs molta informació sobre la insubmissió a la taxa d’1 Euro per recepta a Catalunya.

domingo, 14 de octubre de 2012

Iatrogenias varias (2º Capitulo) ¿ En qué quedamos?

De la última iatrogenia que he vivido en mi periplo por esos mundos sanitarios de Dios, ya os he hablado. La del Sintrom y compañía. Ahora comento sobre la penúltima que también ha ocurrido hace pocas semanas con un endocrinólogo. ¿En qué quedamos? ¿Tengo o no tengo hipotiroidismo? ¡Brrrr¡

Primero unas precisiones. Acabo de nombrar a Dios. ¿Dios? Si existes, discúlpame por usar tu nombre casi en vano.
Ya sabes que desde mi agnosticismo respetuoso, no te niego rotundamente, aunque tampoco acabo de creer en tu existencia. Sí que me gusta creer en una probable fuerza superior, aunque sobre ello ya te contaré en otro momento.
¿”Te contaré”? Pero ¿a quién? ¿A Dios? ¿A la Fuerza Superior? ¿A la Vida? ¡Vaya lío me estoy haciendo ahora mismo J… Lo que es seguro es que os lo contaré a ti mi querida bitácora, a ti mi querido diario y a vosotr@s mis querid@s lector@s.
Bueeeeeno... Y después de este arabesco lateral -como decía alguien a quien conocí hace años-, voy a la iatrogenia debida a un endocrinólogo.
A decir verdad, realmente no ha llegado a ser iatrogenia porque no ha llegado a ser un acto médico perjudicial para mi como paciente. Y no ha llegado a serlo porque fui precavida. ¿Ves? Algo bueno tiene que aportarme mi tendencia al hipercontrol aunque intento controlarla J.
Desde siempre la tendencia a engordar va conmigo. Y últimamente parece que más, así que decidí por mi cuenta y riesgo visitarme con un Endocrinólogo esperando orientación nutricional adecuada para mi teniendo en cuenta todos los medicamentos que tomo.
Después de una breve escucha sobre mi historial médico, me prescribió un análisis de sangre. “Ya hemos encontrado la causa de su tendencia a engordar, la causa de su excesivo cansancio, la causa de su tendencia al insomnio, etc. Usted tiene hipotiroidismo.” -afirmó- . "¡Vaya, ya tengo un 'diploma' más!" pensé yo. El doctor me recetó medicación que dijo ser de por vida, y me dio visita para al cabo de unas semanas previo haberme hecho otro análisis de sangre.
 “¿Cómo es posible que en los doscientos mil análisis de sangre que se me han practicado en los últimos tres años, nunca me hayan detectado hipotiroidismo hasta ahora?”, le pregunté a mi médico de cabecera privado cuando fui a consultarle al día siguiente.
 “Esto es una exageración” – afirmó–. Y me explicó que distintos laboratorios usan distintos valores, con lo cual esperaríamos tres meses, haríamos otro análisis en los laboratorios que a él le merecen confianza, entre tanto yo intentaría bajar peso y entonces valoraríamos qué ocurre y qué hacer.
Al cabo de unas semanas de lo cual hace pocos días, al visitarme con mi doctora de cabecera en la Seguridad Social y comentarle la cuestión, me explicó que ese endocrino tiene unos criterios que ella tampoco comparte. Entendí que en este caso ocurre aquello de la raya. ¿Recordáis que os expliqué que se dice con insistencia que con el colesterol la industria farmacéutica ha conseguido que se baje el nivel de la raya, es decir de los valores, para incrementar el consumo de fármacos? Pues en este caso igual, aunque no se si es cosa de las empresas farmacéuticas o algo particular de este endocrino.
Total que estoy pendiente del próximo análisis de sangre que también despejará la duda de ¿en qué quedamos? ¿Tengo o no tengo ese nuevo “diploma” de hipotiroidismo?
Este próximo análisis de sangre revelará dos cosas importantes:
por un lado sabremos cómo tengo el factor anticoagulante (aquello de los efectos del Sintrom and Company), y por otra parte sabremos si por los niveles de no se qué, hay que diagnosticarme o no como paciente hipotiroidea con medicación para toda la vida.    ¡Brrrrr¡ 

Laurel y Hardy al ritmo de Santana

¡Sin palabras!


Iatrogenias varias (1r Capítulo- 2ª y última parte)-Sintrom y Cia

Creo en la existencia de otros mundos. Creo en la existencia de vida más allá del planeta Tierra. 
No. No me estoy equivocando de tema. Paciencia.
Tampoco creo que de existir, sean pluscuamperfectos. Ahora bien, a mi me ha tocado vivir en este nuestro mundo con todas sus imperfecciones y, por ahora, no puedo escoger vivir en otro. Lo que sí puedo escoger son mis actitudes ante lo que en este sucede y me sucede. Y despúes del enfado, o bien de la tristeza o el miedo por ciertas cosas, escribir es uno de los recursos que me ayudan a recolocarme donde me parece más saludable. Un lugar personal más calmado dentro de mi, que por lo menos a ratos, me permite objetivar un pelín las situaciones.
Por eso previa voluntad de salir del mal rollo, hablo con personas de mi confianza. Por eso respiro hondo cuando me acuerdo. Por eso escribo...  
Y ahora sigo con algunos flecos que me quedan para completar este primer capítulo sobre una acción sanitaria con efectos adversos para quien la recibe: la paciente, que en este caso soy yo. Sigo con la iatrogenia que estoy sufriendo por la incompatibilidad entre el Sintrom -anticoagulante-, el Armolipid plus -producto natural para bajar el colesterol malo- y la Melatonina sustancia natural para dormir y descansar mejor.
Recordemos que mi médico de cabecera con la aprobación de su colega hematólogo supuesto experto en la cuestión, me autorizó a tomar esos dos productos naturales ya que eran compatibles con el delicado Sintrom.
Como ya dije, contrariamente a lo que los médicos me recomiendan, además de los prospectos, leo en internet algunos comentarios sobre pros y contras de los medicamentos que me recetan y que tomo. En su momento, mayo 2012, no encontré nada escrito sobre desventajas o efectos secundarios del Armolipid plus, ni de la Melatonina, así que los empecé a tomar con toda tranquilidad. Sin creer a pies juntillas en todo lo natural


es decir sin total convencimiento, soy simpatizante y consumidora de alimentos ecológicosque tienen por lo menos un efecto secundario: son altamente peligrosos para tu economía. J
Sobre las estatinas, en la tienda donde compro dichos alimentos, la “ecoexperta” me explicó que en los últimos meses, innumerables personas están adquiriendo productos naturales como el Armolipid o similar para bajar su colesterol, debido a los efectos secundarios que les producen las estatinas recetadas por sus médicos. También en el ámbito científico, se cuestiona cada día más sobre esos efectos secundarios y los de otros medicamentos.
¿Cómo es posible? -me pregunto- que nadie supiera avisarme de que los dos productos indicados por muy naturales que sean, eran incompatibles con el Sintrom que tomo? No constaban ni en los respectivos prospectos, ni tampoco en el gran oráculo moderno, internet.  
Por cierto que, entre otras cosas, en el mundo eco debe también regularse la información ofrecida en los prospectos para que indiquen efectos secundarios y no sólo las maravillas de sus productos, sobre todo cuando son suplementos alimenticios que es el nombre que se les da para no llamarles medicamentos. 
Y...  ¿qué puedo hacer ante tanta impotencia en relación a los supuestos especialistas? ¿Cual es la alquimia que a mi me funciona? Pues..., lo dicho: primero tengo profunda voluntad de salir del mal rollo. Y a mi me sirve respirar hondo, hablar con personas de confianza, escribir..., para transformar la negatividad en lecciones de vida y actitud positiva.   
Ojalá que en el control del Sintrom de la próxima semana haya desaparecido el excesivo peligro de trombosis o embolia producido por ese error médico, y que la balanza no se haya decantado hacia excesivo peligro de hemorragia , sino que ya se haya equilibrado.  
Gracias por escuchar.

sábado, 13 de octubre de 2012

Iatrogenias varias (1r Capitulo-1ª parte)-Sintrom y Cia

Sigo con mis historias para no dormir, en este caso la última iatrogenia o acción sanitaria con efectos nocivos que todavía estoy sufriendo.
Para situarnos, resumo la 1ª y 2ª parte del Prefacio en las que hago una introducción general al tema y donde para entrar en materia, comento sobre el Sintrom. Ese caprichoso anticoagulante sanguíneo cuyos efectos varían con facilidad con cualquier cambio en la alimentación, en las medicacones o en cualquier otro elemento de la vida cotidiana de quien lo toma. Por ello hay que seguir estrictos controles por si estás en excesivo peligro de trombos o embolias por un lado, o de hemorragias por el otro. Ya he comentado también que entre otras medicaciones, tengo que tomar una para equilibrar el colesterol, y una para dormir y descansar mejor.
En este primer capítulo sobre las iatrogenias varias relato cómo he llegado a estar durante los últimos dos o tres meses y todavía lo estoy, sumida en más peligro de trombosis o  embolia del que se desprende de mis afecciones cardiovasculares. Tomo el Sintrom para evitarlo, pero…  ¡Brrrr!

Iatrogenias varias (Prefacio 2ª y última parte)-Sintrom y Cia

Aquí estoy con la segunda parte del Prefacio  de esta "película" digna de ser incluida en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges que, por cierto, se está celebrando estos días en mi pueblo de adopción, mi querido Sitges. 
Como decía ayer en la primera parte de este Prefacio,  Iatrogenias varias son una serie de experiencias vividas en carne propia debido a eso, a iatrogenias. Esas acciones sanitarias que, contrariamente a lo que pretenden, producen efectos adversos en los pacientes. 
Dejando aparte acciones sanitarias que hacen bien, que de haberlas háylas y que también he disfrutado y disfruto,  aquí me centro en las tantas y tantas acciones desagradables, desapacibles, indeseables, criticables, cuestionables, controvertibles..., a veces punibles, y en cualquier caso dificilmente digeribles que durante los últimos tres años he sufrido y sufro. ¡Brrrrrrr! 
Para exponer la última, os pongo en antecedentes, sinó no nos aclararíamos. Entre unas cuantas medicaciones que tomo porque me dicen los médicos que de lo contrario mi vida peligra, se encuentra el Sintrom. El engorroso Sintrom. Muy señorito él, como bien sabemos todas las personas que lo tomamos como tratamiento o prevención de afecciones tromboembólicas. El Sintrom requiere controles regulares para valorar nuestra sangre, ya que facilmente nos movemos entre peligro de trombosis o embolias por una parte, y peligro de graves hemorragias por otra. 
No te creas que la cosa no tiene su cosa.
Ya de entrada no puedes comer ciertas verduras o comerlas en pequeñas cantidades, y cualquier cambio en tu dieta y en varios factores de tu vida, pueden alterar con facilidad los efectos anticoagulantes del Sintrom. La inclusión o supresión de cualquier alimento o medicación en mi vida cotidiana, debe ser confirmado por el médico experto sea este cardiólogo, hematólogo, o de cabecera.
Otra de las medicaciones que tomo es para equilibrar el colesterol. Mi cardióloga y mi cabecera insisten en que no puedo permitirme el lujo de que el malo de la película se me pase ni un pelo de la raya. Raya, que por cierto, se dice con más y más insistencia, que ha sido bajada para aumentar el consumo de medicamentos. Creo que deben ser ya muy pocos los que, en nuestra sociedad supuestamente avanzada no hayan sido diagnosticados de índices demasiado altos de colesterol del “malo”.  Sea esto debido a una mala alimentación, o sea por herencia como es mi caso. Me dicen que mi cuerpo lo fabrica. Pues mejor  podría fabricar moneda ¿no? A unos pocos afortunados, como a mi marido que hace pocas semanas ya ha dejado de ser raro raro por no estar en la mayoría, le han dejado escoger entre cambiar su estilo de alimentación o medicarse para el colesterol. Que suerte para él que puede escoger. A mi me dicen que o medicación o medicación.  
Y para ir finalizando con los necesarios antecedentes antes de sumergirnos de lleno en el primer catítulo de mis Iatrogenias varias, comento sobre otro de los chupitos medicamentosos que tomo. Este es opcional para poder dormir mejor. Según los médicos expertos, el mal dormir me lo produce la Fibromialgia y Fatiga Crónica que es otro de los regalos de los que estoy tratando de aprender las máximas lecciones de vida y con el que estoy también aprendiendo a convivir. 
Bueno, ahora os dejo. Voy a reorganizar para hoy la nueva dimensión del tiempo que me ofrece mi condición de pensionista y que, a pesar de los achaques, y con mi buena voluntad, me permite disfrutar de una calidad de vida muy aceptable: tiempo libre, capacidad de adaptarme a mi nueva realidad económica, buen humor, cierto grado de energía, muchos deseos de hacer cosas que me apetecen…
En breve sigo con las iatrogenias varias.   

jueves, 11 de octubre de 2012

Iatrogenias varias...(Prefacio 1ª parte)-Sintrom y Cia

¡Por fin! pensará mi querida amiga Teresa en su rincón jerezano. Fuiste tu quien, quizás hace un año o más, me sugirió este título para cuando escribiera sobre mis experiencias negativas como paciente de servicios sanitarios...
Todavía no he encontrado el momento, quiero decir el estado de ánimo para poner blanco sobre negro lo que tan graciosamente nombraste como iatrogenias varias.  Me da pereza remover las iatrogenias que he sufrido. Esos efectos adversos de las acciones sanitarias, tanto por prácticas deficientes de algún o alguna profesional, como por efectos secundarios o errores relacionados con tipos o dosis de ciertos medicamentos.
Por un rato dejo la desgana y empiezo con el prefacio de lo que puede ser una serie de capítulos, que iré ofreciendo según me apetezca.
Durante los tres últimos años con esas inmumerables dificultades de salud que he padecido, más que nunca he entendido por qué se le llama paciente a quien tiene que usar los servicios sanitarios. Paciente tanto para bien como para mal.  Y ahora que, aún teniendo ciertos problemas de salud, estoy bien, comparando con lo mal que he estado, me encuentro en una especie de necesario paréntesis tomándome el gran lujo de dedicar la mínima energía posible a "cuestiones de médicos".
Dentro de esos mínimos, sigo encontrándome con personal sanitario bueno y con iatrogenias  debidas a personal sanitario malo, y digo bueno y malo con toda mi intención.
Puesto que este prefacio se ha alargado un poco, dejo el primer capítulo para otro momento no lejano en el tiempo. Versará sobre la última iatrogenia que he sufrido hace pocos días.